En esos 30 m2 instalamos una cocina cervecera de 150 litros por cochada, pequeña, pero con todo el diseño y la ingeniería que pudimos absorber de libros cerveceros; además dos fermentadores de 150 litros y otros dos de 300 litros. Nos tomaba un mes producir 900 litros de cervezas cuidadosamente diseñada. Para 2019 ya teníamos 8 fermentadores y producíamos 3.000 litros de cerveza mensuales, siempre fieles a nuestra filosofía de anteponer la calidad sobre la cantidad. Y para 2020 con tantos nuevos Patriotas cerveceros fue evidente que no lograríamos soportar la creciente demanda y mantener nuestra filosofía de alta calidad. Así que tomamos una gran decisión, un poco difícil pero llena esperanza, la de destruir abruptamente todo el trabajo puesto durante 4 años en la construcción de nuestra planta y desmantelar toda el área de producción.
El objetivo era reemplazar nuestros equipos cerveceros por unos de mayor tamaño y mejor tecnología. Para así atender a todos los cerveceros interesados en Patriota multiplicando por seis nuestra capacidad de producción de cerveza manteniendo los tiempos de fermentación y maduración que nuestra cerveza exige. Así que acompañados de un equipo local de talentosos albañiles, plomeros, soldadores y electricistas nos pusimos en la tarea de reconvertir nuestro antiguo espacio y el antiguo Cuarto de San Alejo en una nueva planta de producción cervecera que cumpliera con todas las normas sanitarias, nuestros estándares de calidad y soportara el crecimiento de este sueño.